El origen de la música es algo muy difícil de precisar con
exactitud, pero se puede decir que esta se remonta desde la prehistoria. Sin
embargo, el objetivo de esta actividad era solo para comunicarse entre sí o
para replicar los sonidos que provenían de la naturaleza.
En la Antigua Grecia ya se conocía la música. El filósofo
Platón solía decir que “de la misma forma que la gimnasia sirve para fortalecer
el cuerpo, la música sirve para enriquecer el ánimo”.
No fue hasta que a partir de la difusión del catolicismo que
la música cobro auge. Esta se creó con el objetivo para alabar a Dios, se creó
la música sagrada, los cantos gregorianos y el alfabeto musical que brindo la
posibilidad de escribir música utilizando los símbolos adecuados para seguir un
ritmo y la entonación. Sin embargo, estos símbolos eran muy limitados y no
permitían cubrir adecuadamente todas las extensiones musicales y la complejidad
armónica.
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